Drones: «juguetes» por 200 euros

Estos vehículos aéreos no tripulados han dado el salto a la esfera civil y numerosas empresas comercializan diversos productos con precios dispares. Crece el debate en EE.UU. sobre plan de Amazon para hacer entregas con estos robots voladores

Drones: «juguetes» por 200 euros

Parece que están de moda pero llevan con nosotros media vida. Han tomado impulso en los últimos años, gracias a la comercialización y desarrollo por iniciativas privadas. Los vehículos aéreos no tripulados (UAV, por sus siglas en inglés), conocidos actualmente como drones,han traspasado la esfera militar, en donde se han utilizado en campañas bélicas y conflictos o experimentado con ellos como aparatos de espionaje, a volar entre los ciudadanos de a pie.
Lejos quedan aquellas misiones de la II Guerra Mundial en las que pequeños aparatos sobrevolaban las líneas enemigas para evitar poner en riesgo a soldados. Una vez traspasada la frontera militar, la industria tecnológica, principalmente a partir de las primeras versiones radio control de los noventa, empresas comenzaron a desarrollar sus propios productos. En Europa, firmas como Flightech Systems fueron pioneros a la hora de conseguir certificados para realizar pruebas con estos «juguetes», entregados por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea. Eso sí, cabe recordar que el titular de una aeronave será responsable conforme a la Ley de Aviación por daños a personas y ocasionados por la operación de esta.
El debate acerca de sus usos sigue vigente y se ha reabierto tras las informaciones acerca del propósito de la tienda «online» Amazon, gigante del sector, de lanzar en 2015 un servicio, denominado Prime Air, mediante el cual entregas de peso inferior a un kilo y medio se podrían hacer mediante drones programados y robóticos. Esta idea también ha sido planteada por la compañía Zookal que, junto a la la empresa tecnológica Vimbra, han creado Flirtey, un servicio programado y robotizado para enviar a domicilio libros de texto y que esperan ponerlo en marcha en el segundo trimestre del próximo año.
Este anuncio de Amazon de que planea hacer entregas de paquetería con drones en un futuro cercano ha avivado el debate en Estados Unidos sobre el uso comercial de esos artefactos,además de las dudas sobre la viabilidad de hacer negocio mediante una tecnología que en su mayor parte sigue sin estar regulada. El plan revelado el domingo por el presidente de Amazon, Jeff Bezos, ha suscitado entusiasmo, pero también escepticismo ante una serie de retos que, según los expertos, podrían impedir que la idea despegue.
Pero actualmente, cualquier ciudadano puede comprar un modelo de UAV por poco precio. Claro, los hay que cuestan 10 millones de dólares, como el caso del Predator, ideado por EE.UU. y probado en guerras como las del Golfo, pero bajando a la tierra es posible tener uno por menos de 200 euros.
En el caso de esta compañía española, Flightech Systems, se puede adquirir el FT-Altea, que tiene unos 6 metros de largo y su peso en el despegue llega hasta los 80 kilogramos. Compañías como Parrot, compañía francesa especializada en manos libres, comercializa varios modelos, entre ellos, AR Drone 2.0 Power edition por menos de 300 euros. Esta versión, que tiene incorporado cuatro hélices, dispone de una batería de 1.000 mAh que permiten una autonomía de poco más de 10 minutos, aunque se puede ampliar con pilas de mayor potencia. Se puede controlar mediante una aplicación móvil, disponible para las plataformas iOS y Android. Se trata de un cuatricóptero que mide unos 51 milímetros y puede permanecer suspendido en el aire en torno a los seis metros de altura. Además, incorpora una cámara que permite visualizar vía «streaming» el entorno.
Firmas como DJi vende a través de internet diferentes modelos de UAV, entre ellos, el Phantom F330, un cuatricóptero que incluye una cámara para poder grabar en vídeo y se puede adquirir por cualquier usuario por unos 500 euros. Tiene una batería de 2.200 mAh, su velocidad máxima es de 35 km/h y puede planear por un radio de 300 metros. Eso sí, como la autonomía de estos productos todavía es relativamente escasa, se puede pilotar durante unos 15 minutos y puede elevarse a una altura vertical de algo más de 20 metros.
Preparado para tomar fotos aéreas, el Grupo Acre, especializado en soluciones tecnológicas, comercializa -también a través de su página web- un hexacóptero, el Aibot X6, que se puede manejar por radio control o mediante una aplicación para «tablets». Tiene un peso de 2,5 kg, vuela a una velocidad de 40 km/h y la altura que alcanza es de 3.500 metros sobre el nivel del mar.
Luego empresas como Catuav, una de las referencias en España,prestan servicios con estos robots voladores para, por ejemplo, vigilancia en incendios forestales, control de campos o gestión de playas. Dispone de varios modelos, desarrollados con su propia tecnología, como el Atmos 6, que tiene un alcance de 15 kilímetros y una autonomía de hasta 100 minutos. Tiene un motor eléctrico y discurre a una velocidad crucero de 45 kilómetros por hora.
También Elimco, con sede en Sevilla, dispone de UAV similares. Una de las líneas de negocio que controlan es aquella que presta servicios para agricultura, gestión de emergencias, minería, vigilancia de infraestructuras o comunicaciones. Tiene varios productos, como el UAV-E100, que puede realizar misiones de más de 1 hora de vuelo con un radio de acción de hasta 5 kilómetros.
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